La Arboleda, Galdames, Burzako, Ortuella... Bizkaia vivió su propia fiebre del oro a finales del siglo XIX. Sólo que el reclamo que provocó la llegada de miles de obreros a los montes de Triano no fue el preciado metal sino el hierro. Durante más de 70 años, los trabajadores modelaron el terreno para extraer la materia prima: construyeron balsas, hospitales y poblados; horadaron montañas y abrieron simas; crearon colinas de escorias y construyeron líneas de baldes o pequeños ferrocarriles. Llegó a haber un
centenar de minas y más de 15.000 operarios. La ruta que hoy os proponemos recorre los vestigios de aquellas explotaciones, las huellas de un pasado tan glorioso para el desarrollo de la sociedad vizcaína como duro para sus protagonistas.
La excursión recorre los puntos más característicos de los Montes de Triano. Visitaremos los pozos de agua y casas mineras de La Arboleda, pedalearemos por las simas de El Sauco y recorreremos caminos que antaño tuvieron raíles y sirvieron para transportar vagones de mineral. Sin olvidarnos de la riqueza natural del entorno, que está a punto de ser declarado Biotopo Protegido y que muestra todo su esplendor en las faldas del Ganeran, el Gazteran y el Pico Mayor, así como en los valles y páramos de El Regato.




En el municipio de Trapagaran 
se encuentra la joya de los pueblos mineros, La Arboleda. Surgido en 1877 con la finalidad de albergar a los mineros que llegaban de toda la península. Con una organización urbana en retículas de calles paralelas que rodean a la iglesia central (La Magdalena, 1896), destacan algunas casas de madera y el llamativo paisaje de los lagos creados en las antiguas minas que rodeaban el poblado.  Muy cerca, se encuentran los barrios mineros de La Reineta (comunicado con la capital municipal mediante uno de los escasos funiculares del País Vasco), Barrionuevo y Burzako. En este último todavía podemos observar las viviendas creadas en las antiguas caballerizas de la empresa minera Orconera.